
El Proyecto Fascista hindutva y el Día del Yoga
Publicado el Viernes, 25 Jul. 2025
La agenda del yoga de Narendra Modi (actual primer ministro de la India) se suma a un oscuro contexto de políticas e intervenciones nacionalistas de ultraderecha cada vez más violentas. ¿Sabías que el Día Internacional del Yoga es nace de la intención de lavar la imagen fascista de este gobierno?
La agenda del yoga de Narendra Modi (actual primer ministro de la India) se suma a un oscuro contexto de políticas e intervenciones nacionalistas hindutvas¹ de ultraderecha cada vez más violentas.²
Uno de los primeros actos oficiales de Modi tras ser elegido Primer Ministro de la India en 2014 fue instar a los estados miembros de las Naciones Unidas a declarar el 21 de junio Día Internacional del Yoga.
En su discurso, defendió que el yoga tiene la capacidad de unir a las personas, lo cuál es hipócrita viniendo de una persona que ha sido uno de los líderes indios más separatistas de los últimos tiempos.
¿Cómo reconciliamos la contradicción entre, por un lado, el “Modi yogui” que propone unificar el país a través de la espiritualidad y, por otro, el “Modi hindutva” que ha sido activamente responsable de incentivar políticas xenofóbicas antimusulmanas, tanto en el pasado como en el presente? ¿Cuál es la función del Día Internacional del Yoga dentro de este contexto? ¿Por qué el yoga, en particular, se ha convertido en una arma central de la agenda nacionalista hindutva de Modi?
Podríamos considerar que, en el contexto del imaginario nacional indio, la agenda de yoga de Modi ha reforzado aún más el binarismo entre el "hindú tolerante y civilizado” y el “musulmán intolerante e irracional”. En ese sentido, el discurso de Modi presenta a la nación hindú como “flexible, abierta y tolerante”, en contraste con la noción de que los musulmanes son “militantes, ideológicamente rígidos e intolerantes ante la diferencia”.
Con su fachada benévola de salud y bienestar, la armonía mente-cuerpo y la paz, Modi ha instrumentalizado el yoga para incentivar la creciente violencia, inflexibilidad e intolerancia ante la diversidad que han caracterizado a su administración, contando con la complicidad del ciudadano hindú liberal y de todas las personas que, alrededor del mundo, siguen tomando las formaciones internacionales de yoga ofrecidas por el gobierno de la India en su ascenso hacia el ultranacionalismo supremacista, xenófobico y racista. Y los practicantes, convencidos de que con el yoga están en el camino correcto hacia la liberación espiritual, el fin del sufrimiento, el "autoconocimiento" y la verdad, son la más fácil presa de este juego político.
Este fenómeno es lo que la profesora de yoga Sheena Sood, socióloga de ascendencia india radicada en Filadelfia, ha denominado Om-washing. “Es hora de recuperar el yoga de manos del primer ministro indio, que lo está utilizando para enmascarar una agenda de violencia estatal etnonacionalista", dice Sood.³
Ya lo venimos diciendo desde hace mucho: el millonario proyecto de inversión en programas de yoga en todo el mundo emitidos por el gobierno de la India no es más que un intento por lavarse las manos, porque las tienen llenas de sangre. Modi divulga intensamente los valores éticos del yoga mientras que, por la espalda, bombardea a Cachemira, una de las regiones más importantes y representativas en la historia del yoga.⁴
Y es que el ánimo genocida de Modi ha quedado en evidencia desde sus esfuerzos fanáticos y etnonacionalistas de borrar por completo la vida musulmana del territorio indio. Si bien es inconcebible que se pueda eliminar a 196 millones de musulmanes (aproximadamente 14% de la población de la India), sí se los puede someter a violencia y humillación, silenciarlos y privarlos de su derecho a votar y de sus derechos humanos básicos. Y esto es exactamente lo que ha venido haciendo sistemáticamente Modi desde que es Primer Ministro de India.⁵
De manera que, por amor al yoga, seamos conscientes de que cada vez que participamos pasivamente en las actividades patrocinadas por el Gobierno de la India en cientos de ciudades del mundo con motivo del Día Internacional del Yoga o cualquier otra excusa para limpiar la imagen de este gobierno atroz, estamos siendo instrumentalizados por parte de un líder extremista que se aprovecha de la popularidad global que tiene el yoga. Sin mencionar que estas formaciones ofrecidas por el Ministerio de AYUSH⁶ constituyen una propuesta supremamente superficial, reduccionista, dogmática, rígida y ultraconservadora del yoga.
Lo más espeluznante de todo esto es que miles de personas en India veneran a Modi como un gurú iluminado (parece mentira, pero es real), sin saber que detrás de esa fachada de yoga y ahimsā (principio ético de no violencia) no hay más que otro genocida, tan sanguinario como cualquier otro de sus pares, otros mandatarios terroristas de las naciones del mundo que han tenido que sufrir gobiernos inhumanos como los de Stalin, Netanyahu, Hitler, Rafael Trujillo, Mussolini, Pinochet, Álvaro Uribe o cualquier otro de los monstruos disfrazados de políticos que tan bien conocemos.
Narendra Modi es responsable de algunos de los peores actos de violencia religiosa jamás vistos en toda la historia de la India independiente. Con solo mencionar la carnicería del 27 de febrero de 2002, en la que Modi, sin una sola prueba, declaró que los servicios secretos pakistaníes habían sido los culpables de la muerte de los cincuenta y ocho peregrinos hindúes que viajaban en el vagón de tren que se incendió en la estación de Godhra en Gujarat. Haciendo desfilar los cuerpos calcinados en la ciudad principal de Ahmedabad y permitiendo que su propio partido apoyara una huelga estatal durante tres días que desembocó en un derramamiento de sangre masivo: mil muertos según las estimaciones oficiales, más de dos mil según los recuentos independientes. La gran mayoría de los que murieron eran musulmanes. Multitudes de hombres sacaron a rastras a mujeres y niñas de sus casas y las violaron.⁷
Así que, en lugar de celebrar el Día Internacional del Yoga como títeres del ultranacionalismo indio, informémonos, así sea un poco, sobre esta agenda política tan oscura, fascista e incluso nazi que hay detrás de esta fecha. Como practicantes de yoga tenemos la responsabilidad de hacerlo.
El movimiento hindutva es un movimiento fascista, popularizado hace poco más de cien años por el politico Vinayak Damodar Savarkar, famoso simpatizante nazi, cómplice del asesinato de Mahatma Gandhi y “héroe” de la ultraderecha india.
Organizaciones hindutvas como el RSS (Asociación Patriótica Nacional) y sus partidos afines, como el BJP (Partido Popular Indio), el VHP (Consejo Mundial Hindú), etc., han sido criticadas por sus connotaciones nazis y fascistas desde su creación, y la estrategia política de Modi no es ajena a todo ésto. Al contrario, políticas suyas como la del día internacional del yoga son propaganda que busca lavar la pútrida imagen que ha venido construyendo a la largo de los años como parte del BJP y sus estrechos vínculos con el grupo paramilitar fascista RSS.⁸
Recordemos, por ejemplo, el Día Internacional del Yoga de 2017, en el que Modi decidió dirigir una práctica de āsana en Lucknow, Uttar Pradesh, en la que pretendía enseñar a los indios a "unir cuerpo, mente y alma", como dijo en su discurso ante miles de personas reunidas en el lugar de la manifestación.
Esta práctica fue ofrecida junto con al ministro principal, Yogi Adityanath, ampliamente conocido en India por su participación en actos de violencia genocida en contra de personas de pertenecientes a religiones diferentes a la hindú; una figura que representa la sistemática demonización e incitación al odio y la agresión, especialmente en contra de los musulmanes; un “monje” que propuso instalar estatuas de diosas y dioses indios en todas las mezquitas, haciéndole eco a la prohibición musulmana de Trump y, lo peor; un psicópata que, de forma flagrante, ha incitado a los hindúes a “sacar a las mujeres musulmanas de sus tumbas para violarlas”. Cuando en 2015 el gobierno indio propuso que el Día del Yoga fuera obligatorio en las escuelas y las organizaciones musulmanas se opusieron, Adityanath insistió en forzar dicha obligatoriedad, aseverando que quienes no estuvieran de acuerdo podían "irse del Indostán" y que “quienes se opusieran al Surya Namaskara deberían ahogarse en el mar”.⁹
Si Modi esperaba que el Día del Yoga disipara el hedor de su fascismo, su decisión de encabezar el evento junto a Adityanath demostró, sin lugar a dudas, su agenda política vinculada a la persecución de musulmanes y al avance del nacionalismo extremista de derecha. Como dice Astha Sudhan-Sharma en su artículo “Hindutva y nazismo: cómo la influencia de la extrema derecha europea se extiende al extranjero”, de la revista Reclamation:
¿Cómo hemos caído a tal punto en que los símbolos que representan el hinduismo en su estado más puro se usen hoy como armas anti musulmanas? ¿Los mismos musulmanes que viven en nuestro país, en nuestros barrios y entre nuestras familias? ¿Cuánto más se seguirá permitiendo que esto siga así? ¿No nos corresponde a nosotros, como hindúes, decir "no en nuestro nombre"? En este período en que políticos nacionalistas afirman que nuestro sustento está en peligro por la existencia de minorías, ¿hemos considerado alguna vez que podríamos ser nosotros quienes ponemos en peligro nuestra religión al difamarnos como lo hacemos?
¿O nos hemos vuelto tan insensibles a la idea de la muerte musulmana y la idea de que el pensamiento fascista podría ser el cimiento mismo que sostiene nuestros mandirs? Es en nuestros nombres que se sostiene el movimiento hindutva, y es nuestro deber moral como seguidores del Sanatana Dharma librar a nuestra cultura de la plaga infecciosa que es el nazismo.¹º
No celebrar el Día Internacional del Yoga es defender sus principios filosóficos que, bajo ninguna excusa, deberían estar al servicio del nacionalismo fascista y el corporativismo colonial.
No celebrar el Día Internacional del Yoga es reconocer que, históricamente, éste ha sido practicado por muchas nacionalidades y grupos étnicos en la India y se ha nutrido siempre de un vasto acervo de experiencias antiguas y modernas, más allá de las fronteras políticas y las agendas opresivas que hoy lo instrumentalizan.
No celebrar el Día Internacional del Yoga es hacerle frente al fascismo, una enfermedad psicopática que hoy está haciendo metástasis, como un cáncer, por todo el mundo.
Además, esta celebración ha sido cooptado por las adaptaciones corporativas y consumistas del yoga, que son totalmente opuestas a su filosofía, ideales y significado profundo: empresas con prácticas sociales y ambientales que destruyen el planeta, promocionan sus marcas impulsando el consumo en todos los sectores al usar el yoga como publicidad, lo que, en consecuencia, fomenta el consumo excesivo, el holocausto ambiental y la mentalidad y los comportamientos neoliberales, rompiendo así todos los principios éticos tradicionales del yoga.
Notas:
¹ Término político para referirse al ultranacionalismo hindú.
² Lakshmi, Anusha (2020) “Choreographing Tolerance: Narendra Modi, Hindu Nationalism, and International Yoga Day”, en eScholarship, disponible en https://escholarship.org/uc/item/4vz5j2cq consultado el 25 de agosto de 2024.
³ Sood Seena (2023), "Om-washing’: Why Modi’s yoga day pose is deceptive". Aljazeera, 22 de junio.
⁴ Drury, Flora (2025), “Qué se sabe de la ‘operación Sindoor’, el ataque con misiles de India a Pakistán que dejó al menos 26 muertos, BBC News, 7 de mayo.
⁵ Sen, Somdeep (2023), “Modi’s lesson from Israel: Demolish Muslim homes, erase their history”, Aljazeera, 4 de Septiembre.
⁶ Las siglas AYUSH corresponden a un organismo oficial del gobierno de India llamado Ministerio de "Ayurveda, Yoga y Naturopatía, Unani, Siddha y Homeopatía".
⁷ Chakrabortty, Aditya (2014), “Narendra Modi, un hombre con una masacre en sus manos, no es la opción razonable para la India”. The Guardian, 7 de abril.
⁸ Singh, Amit (2022), “Hindutva fascism threatens the world’s largest democracy”, en The Loop ECPR political science blog, 31 de octubre.
⁹ Scully, Mary (2017), “World Yoga Day & Indian fascism”, en Mary Scully Reports, 24 de junio.
¹º Sudhan-Sharma, Astha (2020), “Hindutva and Nazism: How Europe’s Far-Right Influence Extends Overseas Words”, en la revista Reclamation, 20 de septiembre.
La agenda del yoga de Narendra Modi (actual primer ministro de la India) se suma a un oscuro contexto de políticas e intervenciones nacionalistas de ultraderecha cada vez más violentas. ¿Sabías que el Día Internacional del Yoga es nace de la intención de lavar la imagen fascista de este gobierno?