Yoga(s) sin Linaje

Yoga(s) sin Linaje

por Matías Uribe Ramírez

En el mundo actual del yoga hay una particularidad que comienza a hacerse cada vez más visible, y por suerte discutible: la polarización que existe entre, por un lado, lxs yoguis conservadores, tradicionalistas, apegadxs a las escrituras, eruditos que se deliran "representantes" del "yoga auténtico", enemigos acérrerrimos de la apropiación cultural occidental que tienen como estandarte de su lucha la convicción profunda de su supremacía espiritual y, del otro lado, lxs yoguis adormecidxs, que jamás han escuchado hablar de la historia, las filosofías y la política de la India y de los yogas, o que no les resulta importante esto porque según se les ha dicho el "yoga es 99% práctica y 1% teoría".

Esto sin embargo sólo les/nos convierte en esclavos de los estereotipos y, por ello mismo, hace de las prácticas de yogas una actividad de la elite heteronormativa, con cuerpos blancos, flacos e instagrameables, instrumentalizados por las dinámicas neoliberales de autogobierno que los tornan indiferentes ante las realidades sociales.

Entre las grietas de estas miradas emerge con fuerza una posible alternativa a esta violenta dicotomía: el creciente movimiento de "yoga sin linaje" o "post linaje", una denominación contemporánea que se refiere a los yogas que se organizan al margen de cualquier institución, linaje o gurú. Es decir, por fuera del dosel tradicionalista, pero sin caer en la banalización neoliberal.

El término yoga post-linaje fue introducido por la etnógrafa, académica y practicante Theodora Wildcroft, quien afirma que, tras la muerte de los gurús pioneros del yoga moderno (como BKS Iyengar o Pattabhi Jois), lxs profesorxs de yoga, especialmente mujeres, han trabajado por reivindicar sus prácticas a través de comunidades que se resisten tanto a la comercialización como a la adhesión/fundación de linajes.

Esto no nos lleva a negar la historia, sino todo lo contrario, la reconocemos en toda su complejidad y la traemos a la mesa. La ponemos en palabra, porque los cuerpos están también hechos (y están siendo) de palabras, de historia, de experiencias.  

El yoga post-linaje es una oposición a la hegemonía que decreta, invalida y excluye cuerpos, prácticas, modos de vida, ya sea de forma tácita o explícita.

Dice Wildcroft:

"El yoga post-linaje rechaza la idea de que cualquier texto yóguico individual o paradigma de alineación moderno pueda contener una verdad universal completa.

Rechaza también la lealtad incuestionable ante una sola deidad, ya sea en forma de una figura viva o histórica. 

Rechaza la práctica común de atribuir cualquier daño causado dentro de la práctica a defectos del practicante y busca reubicar el proceso en contextos comunitarios y sociopolíticos. 

El yoga post-linaje es una reevaluación de la autoridad para determinar la práctica que privilegia las redes de pares (saṃghas/comunidades) sobre las jerarquías pedagógicas (relación guru - śiṣya / maestro - discípulo)."

El académico y practicante latinoamericano Roberto Simões se refiere a quienes experimentan los yogas desde esta perspectiva como yoguis nómades, personas que yogan sobre la base del proceso dialógico y sus diversos encuentros, en lugar de perseguir la repetición y el “ajuste”. 

"Un yogui nómade entiende que repetir técnicas sólo por repetirlas (imitar ejemplos), no sirve. No hay modelos. El proceso “práctico” de los yoguis nómades tiene como objetivo (lenta, gradual y dialógicamente) liberar de la servidumbre voluntaria a lxs yogxs que viven bajo el escudo de consensualidades yóguicas dominantes que han capturado sus deseos, es decir, les obligan a desear los 'deseos correctos'."

Bienvenido sea el yoga contemporáneo, sea lo que sea eso, pues no tenemos ni la más remota idea de lo que es "el verdadero yoga" hoy en día... ni hace 2000 o 5000 años atrás. Tampoco nos interesa saberlo, pues nadie lo sabe... Nos lo estamos inventando todos los días.

Esta comunidad nace del reconocimiento de las complejidades del mundo contemporáneo y del deseo de situar los yogas y de yogar en él. Por eso por aquí elegimos ser yogis rizomaticxs, nómades, post-linaje, indóciles y salvajes... elegimos ser humanos (ni gurús, ni iluminadxs, sólo humanos). 

Aquí, justamente, en este preciso instante, estamos haciendo una pequeña práctica de yoga, en este encuentro entre nosotrxs que escribimos y tú que lees: 

     Un yogar que consiste en habitar la incertidumbre sin sentir vértigo. Un yoga rizomático al estilo deleuzeano. 

por Matías Uribe Ramírez

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